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¿Cómo se definen los requisitos esenciales y los objetivos de rendimiento de un producto lubricante prémium completamente nuevo?
Rachel Howard: Las aportaciones pueden ser muy diversas, aunque lo más habitual es que la propuesta de una nueva formulación de Castrol EDGE provenga de una de dos fuentes: por una colaboración formal con un fabricante para la ingeniería conjunta de un producto de “primer llenado” (es decir, un lubricante que se introducirá en el motor en el momento de su fabricación), o en respuesta a alguna de las nuevas especificaciones de lubricantes publicadas por algún fabricante.
En el caso de una nueva formulación de primer llenado, desde una fase muy temprana del desarrollo del vehículo, estamos en estrecho contacto con los ingenieros del tren motriz. Los fabricantes trabajan con Castrol a la hora de definir las formulaciones de los lubricantes base y aditivos que protegerán los componentes del motor frente al desgaste y la fricción que merman la energía y, además, favorecerán intervalos de cambio de aceite más espaciados en el tiempo. El nuevo lubricante forma un componente integral que ayuda a cumplir con los requisitos y especificaciones de acuerdo con las normas actuales y las ya previstas.
El proceso más habitual es que desarrollemos un lubricante nuevo que cumpla con alguna especificación nueva que el fabricante haya publicado. Podría ser en respuesta a una nueva legislación o estipulaciones de los organismos reguladores, como los cambios en los requisitos de las emisiones, o más bien el resultado del trabajo de un fabricante para optimizar más si cabe la eficiencia del combustible, aumentar la potencia o reducir las emisiones. En estos casos, el fabricante publica sus especificaciones y, antes de ponernos manos a la obra, nuestros equipos de ventas contactan con él para comprender mejor los requisitos específicos.
¿De qué plazos suele hablarse en el desarrollo de una nueva formulación, desde el plan inicial, hasta obtener un producto de primer llenado o de mantenimiento que esté listo para su venta?
Alex Criddle: Esta variable es muy difícil de concretar. Buena parte dependerá de lo complicado que sea cumplir con una especificación concreta. En ciertos casos, podemos cumplirla en apenas unos meses (por ejemplo, cuando ya tenemos un producto que sólo requiere muy pocos ajustes para satisfacer todas las necesidades). Por el contrario, no hay que descartar que la creación de una formulación nueva se dilate mucho en el tiempo: a veces, desde el concepto hasta el lanzamiento, pueden pasar hasta cinco años.
Algunos productos individuales requieren fases tanto de desarrollo como de prueba muy específicas y adaptadas. Actualmente trabajamos en el lanzamiento de una formulación Castrol EDGE completamente nueva. Con este novedoso producto se abren nuevas posibilidades a efectos de cumplimiento de las últimas especificaciones de tres de los fabricantes más exigentes mediante un solo lubricante, algo que puede simplificar el proceso de los pedidos en los talleres. Para llegar a este punto han sido necesarios varios años de trabajo de desarrollo altamente focalizado. En cuanto al producto Castrol EDGE más reciente, realizamos cientos de pruebas específicas que demuestran las propiedades del lubricante en términos de reducción de la fricción, minimización del contacto de metal con metal, prevención del desgaste y la corrosión, y funcionamiento a temperaturas extremas, ya sean altas o bajas.
El equilibrio de los requisitos que tienen las diversas especificaciones individuales de los fabricantes es todo un reto porque pueden diferir en ciertos aspectos, e incluso generar conflictos entre sí. Ciertos objetivos de rendimiento a los que apuntan los constructores con los lubricantes (por ejemplo, los relacionados con el ahorro de combustible) son más elevados que otros, y los métodos de prueba pueden ser muy diferentes. Puede que haya que reducir los parámetros de viscosidad para alcanzar determinados objetivos, pero ello podría afectar a los objetivos de durabilidad que buscan otros fabricantes.
R. Howard: En este contexto, es complicado dar con el punto de equilibrio para los tipos y cantidades adecuados de componentes que faciliten la baja viscosidad necesaria para el ahorro de combustible y las emisiones, y que, a su vez, logren una protección sólida frente al desgaste y combatan la acumulación de lodos y depósitos. Si algo funciona para un criterio de rendimiento, en otros aspectos puede no hacerlo. Se requieren mucha experiencia y unas pruebas rigurosas para lograr el equilibrio perfecto.
Para cumplir con los nuevos requisitos del sector y sus retos, llevamos un tiempo trabajando en tres importantes variantes de larga duración: 0W-20, 0W-30 y 5W-30, que en conjunto cubren 16 especificaciones diferentes de fabricantes y del sector. Este programa ha sido complejo y ha tenido que prolongarse bastante, hasta el punto de acumular más de 110 pruebas de motores con más de 35.000 horas de funcionamiento, además de más de 100 ciclos de pruebas de laboratorio.
Si es tan complicado crear un producto que cumpla con diversas especificaciones, ¿para qué hacerlo? ¿No es más sencillo crear formulaciones específicas para cada fabricante?
A. Criddle: Tiene todo el sentido del mundo cumplir con varias especificaciones mediante un solo producto: facilita sobremanera las cosas a mayoristas, distribuidores y clientes, ya sean talleres o conductores. Nos fijamos objetivos más exigentes que los requisitos normativos vigentes, y con Castrol EDGE tratamos de superar los límites del rendimiento.
El desarrollo de los motores de combustión ha alcanzado su punto máximo (podría decirse que ya no vemos avances en el diseño), pero los organismos normativos y los fabricantes no dejan de buscar alternativas para fomentar mejoras continuas. Para los talleres, en especial, los multimarca, es muy beneficioso disponer de productos que cumplan con las especificaciones de los distintos fabricantes. Así pueden simplificar su inventario de lubricantes y tener la certeza de que un producto rinde conforme a un estándar muy alto.
¿Cuáles son las distintas etapas en el proceso de desarrollo y pruebas de la formulación de un producto nuevo?
R. Howard: El proceso de desarrollo principal incluirá pruebas de laboratorio, pruebas en banco y pruebas de motor que definen la formulación. También llevamos a cabo pruebas de motores oficiales del sector y de los fabricantes, que han de registrarse. Los nuevos lubricantes se ponen a prueba (cuando corresponde, dentro del último diseño de motor) sometiéndolos a presiones y temperaturas extremas durante cientos de horas. Con estas pruebas de motores también evaluamos el impacto que tienen los combustibles de diferente calidad y en distintas condiciones de funcionamiento.
En la base de una especificación nueva habrá un objetivo en forma de grado de viscosidad, y otros como velocidad de desgaste, depósitos, ahorro de combustible, emisiones y muchas otras métricas. Castrol EDGE es nuestra línea más avanzada de lubricantes de motor y cumple con las especificaciones más exigentes. Es fácil considerar estos productos simplemente como una combinación de diferentes ingredientes, pero lo más importante es que también son resultado de un enorme capital intelectual y aportes técnicos, acumulados a lo largo de muchas décadas.
A. Criddle: Analizamos una gama muy extensa de componentes principales disponibles para comprobar si están a la altura de los requisitos que deben cumplir. En ellos se incluirán el lubricante base y una selección de aditivos procedentes de nuestro inventario de resultados ya probados, que influirán en las propiedades físicas y en el comportamiento del lubricante final a lo largo de su ciclo de vida.
Una parte esencial de esta fase inicial del programa es el procesamiento de una gran cantidad de datos de pruebas anteriores. Siempre que llevamos a cabo una prueba de motor específica, podemos generar cientos de miles de puntos de datos. El valor de todo este enorme conjunto de información es incalculable, ya que nos ayuda a agilizar la evaluación de cómo interactúan los componentes específicos (cuando se combinan de muy diversas formas) bajo las intensas presiones a las que queda expuesto el interior de un motor.
Esa misma labor de procesamiento de datos respalda un posterior programa de prueba iterativo de varios niveles en el mundo real. Nuestros laboratorios, antes de someter el producto a las más exigentes pruebas de motor, llevan a cabo pruebas detalladas de componentes de forma individual, de combinaciones y de formulaciones de prueba completas.
Supongo que también hay mucho que no se ve para garantizar que el producto esté en condiciones de venderse...
A. Criddle: Sí, por supuesto. El contexto es una evaluación de las aptitudes y las capacidades operativas que tenemos para llevar el producto al mercado. Debemos tener en cuenta el acceso a las materias primas en los volúmenes previstos, las capacidades de almacenamiento y de nuestras plantas de producción, y las exigencias actuales para nuestros procesos de adquisición y los socios de la cadena de suministro.
Además, es necesario demostrar los pasos que hemos tomado para cumplir con las obligaciones normativas, diseñar etiquetas del producto conforme a dichas reglamentaciones y, por último, comercializarlo. Algunos de estos pasos pueden quedar fuera del proceso convencional de “desarrollo y pruebas”, pero son esenciales para hacer realidad el producto y aportar beneficios a los clientes.
¿Cómo ha influido la transición hacia unas viscosidades más bajas en los procesos de desarrollo y pruebas?
R. Howard: Los fabricantes de vehículos vienen creando motores cada vez más pequeños, pero también más potentes. El turbocompresor mantiene la potencia, pero aumenta la presión dentro del motor. De este modo, el rendimiento del lubricante debe estar más que nunca a la altura.
El ahorro de combustible y la potencia mejorada dependen del diseño de la formulación, donde tiene mucha importancia la baja viscosidad. Todo ello ha dado lugar a la búsqueda incansable de lubricantes cada vez más diluidos. Nuestro trabajo de desarrollo se centra en alcanzar nuevos objetivos de rendimiento con unas viscosidades más bajas. La creación de productos EDGE con viscosidades 0W-16 y 0W-20 es muy exigente por definición, y suele ser el punto de partida para cumplir con una nueva especificación.
Para terminar, ¿qué convierte el desarrollo de un producto nuevo Castrol EDGE en algo diferente?
A. Criddle: Es tentador imaginar que todo obedece a una combinación compleja de ingredientes, pero, a decir verdad, la diferencia radica en todo lo que sabemos sobre cómo superar los límites del rendimiento. En definitiva, es la culminación de la experiencia técnica, las relaciones y las colaboraciones que hemos llevado a cabo. El resultado son unos lubricantes que pueden proporcionar más potencia y cumplir con las especificaciones más exigentes utilizando las viscosidades más bajas.
Este año, Castrol celebra su 125º aniversario, por lo que es de justicia afirmar que nos avalan muchos años de experiencia. Estamos convencidos de que realizamos varias de las pruebas y técnicas de desarrollo más exigentes de la industria, trabajamos con ingredientes adecuados de proveedores muy comprometidos y aprovechamos nuestra dilatada experiencia en tecnología de lubricantes. Es para mí un orgullo de formar parte de un equipo de personas que mantienen a Castrol EDGE a la vanguardia de un sector que no deja de evolucionar.